El cannabidiol se ha convertido en un producto altamente demandado por sus demostrados beneficios saludables. De sus distintas presentaciones, el aceite de CBD es el más utilizado. Básicamente hay dos razones que explican esta preferencia: su comodidad y su eficacia. Además, hay que añadir su versatilidad, ya que existen varias forma de consumir el aceite de CBD. Aclaramos tus dudas, contándote cuáles son estas forma de administrarlo y los pros o contras de cada elección.
Recomendaciones previas sobre cómo tomar el CBD
La mayor parte de las personas utilizan el CBD para mejorar sus problemas de sueño, dolor crónico, ansiedad o problemas musculares. Y lo habitual es que prefieran el formato en aceite porque permite concentraciones de cannabidiol entre el 3%-30% que son las indicadas en la mayoría de los casos. También, porque es más fácil graduar y controlar las dosis, un detalle que es esencial sobre todo cuando comienzas a tomarlo, hasta que conoces cómo reacciona tu organismo. De hecho, el consejo de los especialistas es que siempre se utilice una cantidad menor en los inicios y se vaya ajustando en función de los resultados.
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Las 4 formas de administrar el aceite de CBD
La principal ventaja de elegir el aceite de CBD, frente a otras presentaciones, es que facilita su absorción más rápida por el organismo, de forma que notas sus efectos antes, tan solo en unos 15-20 minutos. Esta inmediatez se mantiene en cualquiera de estas cuatro maneras de consumirlo, aunque con algunas diferencias entre ellas, como vemos ahora:
- Aceite de CBD en gotas. La administración sublingual de un par de gotas es la vía más extendida de consumo de este producto. Es discreta, sencilla y de efectos inmediatos. Para que sea más eficaz, se recomienda no tragar saliva mientras el aceite está debajo de la lengua.
- Con vaporizadores en los que se calientan las gotas. Si prefieres inhalarlo, la ventaja es que es más fácil controlar la dosis individual porque vas dando caladas hasta que sientes los efectos y tarda menos en llegar a la sangre. Sin embargo, es el mecanismo menos recomendado porque comprometes a los pulmones y en la combustión pueden añadirse sustancias químicas.
- En aplicaciones tópicas. Esta fórmula es la óptima para tratar afecciones de la piel o para aliviar dolores articulares o musculares e, incluso, como cosmético. Puedes poner directamente dos o tres gotas y masajear mientras lo extiendes o mezclar el aceite CBD con tu crema favorita.
- Añadido a alimentos o bebidas. Aunque hay numerosas recetas con CBD, sobre todo, lo que se hace es incorporarlo a infusiones o bebidas calientes. Pero, debes tener en cuenta que es necesaria la presencia de elementos grasos (leche o mantequilla) para que se disuelva. Además, aporta un suave toque a hierba que no agrada a todo el mundo.
Tú decides cuál es la forma de tomar el aceite de CBD que más te interesa o puedes alternarlas según circunstancias. Pero, en lo que no debes dudar es a la hora de comprar siempre con todas las garantías de seguridad y eficacia. En CBDONIA te acercamos las variedades más selectas y de máxima calidad de flores o aceites CBD.
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