La obesidad es un problema que afecta a un gran porcentaje de la población. Algunos datos de la Organización Mundial de la Salud apuntan a que el 39% de la población global padece sobrepeso, mientras que el 13% entraría en la categoría de obesidad. A la vista de estos datos, y del problema que representa a nivel de salud individual y pública, el CBD podría presentarse como una opción de tratamiento para la obesidad. En este artículo hablaremos de todo lo que necesitas saber al respecto.
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CBD como tratamiento para la obesidad
Popularmente suele asociarse al cannabis con un aumento del apetito, pero esto es cierto solo en parte. El componente que consigue aumentar el apetito es el Tetrahidrocannabinol, más conocido por sus siglas THC. Es, además, la parte de la planta asociada con la sensación de embriaguez y que tiene las propiedades psicoactivas.
Por su parte, el CBD tiene la capacidad de suprimir el apetito. No obstante, esto no implica que con él vayas a tener menos hambre, sino que sentirás la sensación de saciedad antes, siendo el resultado una menor ingesta de alimentos.
En este sentido, algunas investigaciones sugieren que esta acción es debida a que el sistema endocannabinoide juega un papel clave en los procesos alimenticios, así como en el metabolismo de la glucosa o la lipogénesis del tejido adiposo entre otros. Estos hallazgos abren la puerta al uso del CBD como potencial tratamiento de la obesidad.
Por otro lado, esta acción también podría venir explicada por su acción para gestionar la ansiedad. En ese sentido, la conocida como “alimentación emocional” también podría estar implicada. Este es el caso en que se consumen alimentos debido a un estado emocional negativo en los que se suele encontrar dicha ansiedad. Al influir el CBD sobre estos factores y regularlos, también se posiciona con un tratamiento para la obesidad más que razonable.
Influencia del CBD en el sistema metabólico
Como hemos mencionado, el CBD podría tener un importante papel en algunos sistemas relacionados con la alimentación. Concretamente, su efecto sería el de aumentar la capacidad del cuerpo de quemar calorías presentes en el tejido adiposo, así como el de disminuir la nueva formación de células grasas. Dicho de forma más sencilla, ayudaría a quemar grasa.
Su acción se centraría, de hecho, principalmente en las grasas blancas, que son las asociadas al riesgo de padecer problemas cardiovasculares, diabetes o problemas arteriales entre otros. Es por estas cuestiones que el CBD como tratamiento para la obesidad podría no solo ayudar en el propio tratamiento, sino que podría tener la capacidad de prevenirla.
Sumar la acción del CBD en el sistema metabólico junto con un cambio en las rutinas de vida para que estén menos enfocadas al sedentarismo, y combinarlo con una alimentación saludable, es sin duda una gran combinación para acabar con la obesidad.
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